viernes, enero 28

Acostada en la cama ojeando la luna. Juro que pasaría horas mirando la luna. La veo tan triste y sola, brillosa auténtica pero sola. Y hace tiempo descubrí que la soledad no es buena compañera, es mas, cada tanto me visita y entra en mi habitación y se sienta en una silla y me hace compañía, tiene ojos oscuros y creo que disfruta de verte llorar, sola, agonizando.

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