-¡Maldito, maldito, maldito destino!- se repite todas las mañanas.
Destino puto, que me llevó a ser la mujer mas masoquista del planeta tierra y marte y júpiter también.
EL gato la mira fijo, sus ojos le hacen acordar a él. Ella lo mira, y se imagina la cara de el hombre que hacía de sus noches las mas únicas. Y ahora solo encuentra soledad, en su habitación. El gato negro ahora se llama como él. Y es el psicólogo de ella. Pobre gato negro. JÓDETE POR PARECERTE.
Cuando desperté estabas tu, aquel hombre con el que soñé.
No me di cuenta que era solo una ilusión
que este amor ya acabó.
Que entre los dos ya nada quedó
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