Mi gran odisea,

Eran días de intenso calor y sobrecargadas pasiones que terminaban en el único punto donde había de terminar todo aquello que precedía a la tragedia. En el olvido. En el olvido de un sueño que nunca fue, en el olvido de algo que nunca pasó, en el olvido de un mundo fingido, falso, irreal. Un mundo creado por mí. Concluyendo eran días de terrible agonía. Eran. Lo eran. Por suerte lo eran y no lo son. Ahora mas que nunca me animo a decir que no lo son, porque ahora, después de tanto tiempo me creo capás de crear una gran barrera entre el era y el es, entre el antes y el después. Entre el ayer y el hoy y el mañana tal vez. Después de tanto tiempo me creo capás, de decir que me siento bien, sonriente y vivaz. Después de tanto tiempo pienso y me veo, me veo y pienso. Y me encuentro, me encuentro abarrotada de felicidad, de algo ajeno que se hizo mío, algo ajeno que me es propio. Su corazón